¿Puede la IA generativa incrementar la desigualdad en el trabajo?
A diferencia de anteriores tecnologías, la IA generativa tiene mayor impacto en los trabajos intelectuales que en los manuales. Un estudio sugiere que las personas con mejores habilidades salen más beneficiadas.
Hace menos de dos años que la empresa estadounidense de investigación OpenAI lanzó ChatGPT a la esfera pública, y su uso se ha hecho omnipresente en oficinas y aulas.
Los sistemas de IA generativa se usan cada vez más debido a su capacidad de entender y procesar tareas de lenguaje natural. Los sistemas de modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM) ofrecen respuestas elaboradas a preguntas específicas, lo que ahorra a los usuarios las tareas rutinarias de buscar a través de las páginas de resultados web distorsionados por el SEO, el contenido patrocinado y las preferencias en constante cambio de los motores de búsqueda.
El estudio indica que los trabajadores de alto rendimiento se benefician más del impacto de la IA generativa en las interacciones verbales
Las anteriores olas de automatización afectaron principalmente a los trabajos manuales — por ejemplo, con el uso de la robótica en la producción—, pero la información a medida que ofrece la IA generativa afecta a las tareas intelectuales que requieren de un conocimiento intensivo.
Supone, por ejemplo, un acceso más fácil a la información de servicio al cliente o respuestas a preguntas sobre legislación y regulaciones. En definitiva, aporta eficiencias en funciones que suelen realizar personas con formación y conocimientos especializados.
Pero, aunque las investigaciones previas sobre el impacto de la IA generativa muestran que este acceso a respuestas escritas ayuda a los profesionales de bajo rendimiento e iguala los niveles de productividad, un estudio reciente de Antonio Roldán, director del Centro de Políticas Económicas (EsadeEcPol), indica que los trabajadores de alto rendimiento se benefician más del impacto de la tecnología en las interacciones que implican realizar tareas complejas. Roldan sugiere que, en lugar de nivelar el rendimiento, el uso de la IA generativa podría hacer que aumenten las desigualdades en el lugar de trabajo.
El artículo completo está disponible en el sitio web de EsadeEcPol.
Habilidades cruciales
Profesionales con ingresos altos, personas en puestos directivos y líderes de todos los sectores tienden a tener habilidades cognitivas potentes en aspectos como la intuición social, el pensamiento crítico, la agilidad para argumentar y la capacidad de persuasión. El estudio de Roldán es uno de los pocos que analizan el impacto de la IA generativa en dichas habilidades cognitivas, especialmente en las interacciones sociales en persona.
En un experimento aleatorizado controlado de tres días llevado a cabo en el DecisionLab de Esade y en CUNEF Universidad, Roldán evaluó el desempeño en el debate de 142 estudiantes universitarios de Derecho, Economía y Empresariales. Al principio del estudio se recopiló información sobre cada participante, como las características sociodemográficas, los logros académicos, la experiencia en debates, la lengua materna y la experiencia previa con ChatGPT.
La aleatorización se realizó en tres fases: primero, el grupo de tratamiento o de control al que se asignó a los participantes; segundo, los compañeros de debate que se les asignaron, y tercero, la posición en el debate que se les asignó en cada ronda. Cada debate de la serie tenía cuatro rondas relacionadas con un tema de políticas (policy) distinto. La aleatorización implicaba que los estudiantes podían debatir con un alumno del grupo de tratamiento o bien con uno del grupo de control, y que podían llegar a debatir con la misma persona dos veces.
El debate sobre el impacto de la IA generativa
En la primera ronda de debates, estaba prohibido usar ChatGPT. A continuación, a los alumnos del grupo de tratamiento se les dio una formación de 20 minutos sobre ChatGPT, que no recibieron los alumnos del grupo de control. Tras indicarles los temas de las siguientes rondas, todos los estudiantes tuvieron 45 minutos para prepararse. El uso de herramientas de IA estaba estrictamente prohibido para el grupo de control.
En los siguientes debates, al grupo de tratamiento se le permitió usar ChatGPT, mientras que al grupo de control solo se le permitió usar los recursos convencionales de internet. Para incentivar el esfuerzo, se ofrecieron premios a los participantes que ganasen los debates, que fueron grabados y enviados a jueces independientes a los que no se les informó del experimento.
Las participantes con mayor capacidad no se limitaron a repetir la información ofrecida por la IA, sino que la interpretaron mejor
En general, los resultados demostraron que ChatGPT tenía un efecto positivo, pero no significativo, en el rendimiento general en los debates. Sin embargo, el descubrimiento clave tuvo lugar al tener en cuenta la capacidad académica de los alumnos: para aquellos con una mayor capacidad académica, usar ChatGPT tenía un beneficio considerablemente más positivo. Los estudiantes que tenían unos niveles de capacidad académica más bajos no se beneficiaron en absoluto de usar ChatGPT para informarse antes de debatir.
Argumentos de peso
La evaluación también reveló que los estudiantes con mayores capacidades que usaron ChatGPT obtuvieron puntaciones más altas en cuatro de los cinco aspectos evaluados: credibilidad, superioridad, refutación y retórica. Por otro lado, los alumnos con menor capacidad que también pudieron acceder a ChatGPT no mostraron beneficios positivos en las mismas categorías.
A los alumnos con menor capacidad académica usar ChatGPT les ayudó a mejorar la claridad de sus presentaciones, pero no mejoró su capacidad para discernir si el contenido que la tecnología les ofrecía era de buena o mala calidad. Esta conclusión indica que las personas de alto rendimiento no se limitan a repetir la información que se les ofrece, sino que la interpretan mejor.
En un entorno real, es posible que limitarse a repetir (es decir, “copiar y pegar”) las respuestas proporcionadas por la IA generativa mejore el rendimiento de las personas que previamente contaban con menos capacidades, especialmente en tareas escritas. Pero en entornos sociales en los que las interacciones y las conversaciones en persona se basan en la capacidad de persuadir e influir, el conocimiento extraído de ChatGPT beneficia mucho más a aquellos que ya disponían de estas habilidades en mayor grado.
Si los resultados de este estudio se replican en otros contextos, como la negociación o las ventas, será posible entender mejor el resto de implicaciones de la IA generativa en las desigualdades laborales.
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