Jugando con paradojas en alianzas basadas en valores

Las personas que forman parte de alianzas basadas en valores desean contribuir a una sociedad justa y sostenible. La mayoría de estas alianzas son multipartidistas y muchas de ellas han evolucionado hacia alianzas globales para aumentar su impacto en la sociedad. Las diferencias entre las partes que participan hacen que la gestión de estas alianzas sea bastante compleja. El truco está en abrazar las paradojas y tensiones en la creación y desarrollo de estas alianzas. 

¿Qué son las paradojas? 

Identificar y nombrar las tensiones y conflictos es un requisito previo para una cooperación exitosa en alianzas basadas en valores. La mayoría de los conflictos, elecciones y negociaciones dentro de una alianza consisten esencialmente en una tensa congruencia entre misión, visión y estrategia. A menudo se trata de la alineación entre la misión, los valores compartidos y los objetivos implícitos y explícitos de la alianza en su conjunto, así como la relación entre la misión colectiva y las ambiciones y metas individuales de los actores involucrados. 

Las alianzas, en sí mismas, pueden considerarse como un recipiente lleno de dualidades. A lo largo del tiempo, es necesario hacer sacrificios, tomar decisiones y hacer elecciones para seguir siendo viables y ágiles. 

Una paradoja consiste en dos perspectivas opuestas y acciones relacionadas, cada una de las cuales es significativa y defendible. Los gerentes y líderes deben posicionarse en el campo de tensión entre las dos perspectivas y lidiar con la paradoja equilibrando continuamente estos dos extremos. 

Reconocer las paradojas en la creación y desarrollo de alianzas puede ayudar a los miembros a manejar problemas, tensiones y elecciones estratégicas dentro de la alianza. A continuación, describimos las cuatro paradojas más poderosas involucradas en la creación y desarrollo de alianzas basadas en valores. 

Confiar en el sentimiento y en análisis precisos 

Una paradoja en la formación de alianzas basadas en valores es cuánto tiempo se invierte durante la formación en confiar mutuamente y formular una misión, visión y valores compartidos, en comparación con el tiempo dedicado al análisis cuidadoso de la reputación, contribución y confiabilidad de los socios. Un análisis preciso ayuda a reducir riesgos y valorar la contribución de todos. Esto contribuye a prevenir comportamientos oportunistas por parte de alguno de los socios. 

Sin embargo, seguir analizando durante demasiado tiempo plantea la pregunta de si la persona que realiza el análisis confía en los demás y puede ser confiada. El atractivo emocional se ve reemplazado por el análisis racional. Es especialmente importante, al comienzo de la formación de una alianza, dedicar tiempo a la confianza personal y dar espacio a los sentimientos, motivos e implicación individual. Prestar atención solo a los sentimientos y la confianza puede derivar en desilusión si luego resulta que los socios tienen poco que ofrecerse entre sí. Es por eso que es relevante hacer visible la contribución de todos. 

Equilibrio entre contenido y proceso 

La paradoja entre proceso y contenido es especialmente visible durante la fase de fundación, ya que el número de miembros aumenta mientras que las intenciones iniciales de los fundadores son relevantes para la vitalidad de la red. Los nuevos miembros y las partes interesadas que se unen a la alianza deben comprender y creer en los ambiciosos sueños de los promotores. Se forman y ajustan aspiraciones comunes, creencias colectivas y valores compartidos. También se toman decisiones sobre el funcionamiento y desarrollo de la alianza. 

A nivel de proceso, se trata de unir creencias, construir confianza y mantener relaciones colaborativas. A nivel de contenido, se trata de formular objetivos alcanzables, establecer la gestión, utilizar sistemas de calidad y lograr y celebrar resultados. La construcción de alianzas es un acto de equilibrio entre el enfoque en el proceso de colaboración y el enfoque en el contenido con resultados tangibles. El contenido y el proceso se refieren entre sí y se necesitan mutuamente, pero su orientación es fundamentalmente diferente. El truco está en superar estas diferencias. 

Estabilidad y maniobrabilidad 

Todas las alianzas enfrentan cambios en el entorno global e incertidumbres sobre el futuro. La alianza tendrá que evolucionar para hacer frente a estos cambios. La resiliencia y la agilidad son esenciales en este sentido. Con la resiliencia, la alianza mantiene su esencia y encuentra fuerza en su identidad. Una identidad compartida y clara ofrece estabilidad en un entorno incierto. 

En el caso de la agilidad, la alianza posee una gran capacidad de adaptación, basada en la confianza mutua y la comunicación intensiva. Cuanto más fluida y rápidamente una alianza puede adaptarse al cambio, más valor creará a largo plazo para sus socios y la sociedad en general. El desarrollo de alianzas es un acto de equilibrio entre la búsqueda de estabilidad y agilidad. La misión y la visión contribuyen a una identidad estable de la alianza y, al mismo tiempo, invitan a la agilidad. 

Consolidar y cocrear 

En las alianzas basadas en valores, los miembros trabajan juntos en una misión. Desean crear un futuro mejor y contribuir a una sociedad próspera, justa y sostenible. Las actividades se basan en valores compartidos. En la creación de un futuro atractivo, la energía se enfoca en generar ideas atractivas sobre cómo podría ser un futuro deseable y las posibles formas de hacer realidad esas ideas. 

La paradoja radica en que la alianza está en constante movimiento hacia adelante y busca formas de realizar su ambición. Al mismo tiempo, una alianza necesita consolidarse para ofrecer calidad a sus miembros y reflexionar sobre lo que contribuye a los resultados y qué es factible en el futuro. A veces, la inspiración puede llevar a las personas a tener una visión hermosa del futuro, pero una visión solo se puede lograr al considerar el contraste entre el sueño y la realidad. 

Si la misión y visión de la alianza no se ajustan a sus capacidades actuales, se genera incredulidad. Si la ambición no es lo suficientemente desafiante o simplemente más de lo mismo, se produce desilusión. Es un desafío imaginar un futuro tentador que se encuentre en el límite de lo que los actores en la alianza pueden manejar y donde radica su fortaleza y compromiso. La esencia está en encontrar un equilibrio entre una visión desafiante y, al mismo tiempo, realista del futuro en la que las personas quieran trabajar con energía para acercarse a ese futuro. 

Reconocer y superar las paradojas 

El desafío principal para las alianzas basadas en valores es mantener viva su ambición y manejar las paradojas en su ciclo de vida. Las dinámicas sociales y las dinámicas en las relaciones humanas siempre están presentes, y no es raro que la ambición se desvanezca con el tiempo. La alianza incluso podría desmoronarse si algunos de los miembros insisten en seguir persiguiendo los valores originales, mientras que otros quieren adoptar un papel más clásico, corporativo o enfocado en el poder. 

Reconocer las paradojas en el desarrollo de las alianzas en una etapa temprana es esencial para identificar amenazas y factores de fracaso en las diferentes etapas de vida de la alianza basada en valores. Es importante que todas las alianzas cuenten con los miembros adecuados, con la motivación correcta, para aclarar el significado, los valores y los objetivos de la alianza, para construir confianza mutua, promover una comunicación abierta entre los miembros y mantener el equilibrio adecuado entre el significado social y los objetivos comerciales. Pesar cuidadosamente y superar las paradojas fortalece a una alianza y ayuda a mantener su esencia. 

Este artículo está basado en el libro de Jaap Boonstra, escrito junto a Marcos Eguiguren: Alianzas estratégicas que crean valor (Profit Editorial, 2023)