

Liberalización de Latinoamérica: ¿conduce la libertad financiera al crecimiento?
Artículo basado en una investigación de Alejandro Santana
Eliminar la intervención gubernamental de los mercados financieros se ha considerado durante mucho tiempo una herramienta relevante para estimular la economía. Pero un estudio de 16 países latinoamericanos realizado por Alejandro Santana, profesor de Esade, concluye que la llamada liberalización financiera no resulta en una relación positiva entre desarrollo financiero y crecimiento económico.
El estudio, que examina los efectos de las crisis bancarias y la liberalización financiera durante el período 1973-2005, descubrió que las crisis bancarias emergentes y recurrentes no solo impidieron el crecimiento económico, sino que el proceso de liberalización financiera en sí generó crisis bancarias, especialmente en países en desarrollo.
"La influencia de la liberalización financiera ha demostrado ser un tema controvertido en la investigación sobre la relación entre desarrollo financiero y crecimiento económico, particularmente en los países en desarrollo", explica Santana.
El estudio demuestra que las crisis bancarias emergentes y recurrentes no solo impiden el crecimiento económico, sino que la liberalización financiera genera crisis bancarias
"Los países latinoamericanos experimentaron tanto una importante liberalización de sus sistemas financieros como las crisis bancarias de 1970 al 2000. A principios de la década de 1990, la mayoría de los países latinoamericanos implementaron una nueva estrategia de liberalización financiera para ampliar y mejorar el alcance y la profundidad de sus sistemas financieros y promover la diversificación y el crecimiento. Sin embargo, la desregulación y las políticas financieras resultantes aplicadas en los 90 contribuyeron al surgimiento de nuevas crisis bancarias, como las de México en 1994 y Argentina en 2002, y los graves retrocesos de la cuenta de capital en Brasil en 1998".
El papel de las reformas
Los resultados de la muestra estudiada por Santana cuestionan los enfoques teóricos que sustentan el efecto positivo del desarrollo financiero y la liberalización en los países en desarrollo. Las reformas que apuntaban a la apertura del sistema financiero desempeñan un papel relevante en el fomento del crecimiento económico, reconoce. "Pero la liberalización financiera no contribuye a promover una relación positiva entre desarrollo financiero y crecimiento económico. Por el contrario, las pruebas apoyan la teoría de que la liberalización del proceso bancario genera una toma de riesgos excesiva y conduce a crisis bancarias recurrentes".
La liberalización del proceso bancario genera una toma de riesgos excesiva y conduce a crisis bancarias recurrentes
Dos características importantes que explican este efecto negativo son los ciclos de auge y caída del crédito. Como consecuencia de las expectativas optimistas en relación con el proceso de liberalización financiera, las reformas contribuyeron al deterioro de los criterios de concesión de préstamos. Y, como la liberalización financiera eliminó las restricciones legales y provocó una reducción en los controles por parte de los bancos, los riesgos de insolvencia siguieron siendo altos.
"Tres ejemplos importantes de esto fueron Chile en 1983, México en 1994 y Colombia en 1999", afirma Santana. "Otro fue Bolivia, que sufrió episodios de hiperinflación en 1986 que derivaron en una crisis bancaria. En estos países, la liberalización financiera promovió enormes cantidades de crédito para el sector privado sin un marco regulatorio prudente, adecuado y eficaz para evitar la acumulación de préstamos en mora y la descapitalización de los bancos de la región".

Fragilidad bancaria
El proceso de liberalización financiera se centró en la gestión del riesgo sistémico y dio prioridad al logro de la estabilidad financiera, en lugar de a la eficiencia y el amplio acceso a los productos y servicios financieros para todas las personas.
"Esto significa que la liberalización financiera no mejoró la eficiencia de la asignación de créditos o la disponibilidad de diversos productos y servicios financieros en los países latinoamericanos", afirma Santana. "Esta situación contribuyó al surgimiento de crisis bancarias, que provocaron una restricción en la demanda de crédito privado. En ese sentido, las conclusiones de esta investigación sugieren que los sistemas financieros de los países latinoamericanos mostraron lo que se puede denominar fragilidad bancaria".
El resultado, explica Santana, es que las políticas implementadas por los países latinoamericanos para lograr la estabilidad financiera y evitar las crisis bancarias no dieron los resultados esperados. El proceso de desarrollo financiero se implementó sin regulaciones legales sólidas o adecuadas para promover la eficiencia, lo que hizo que los países fueran más vulnerables a las crisis bancarias, en lugar de menos.
Las políticas implementadas por los países latinoamericanos para lograr la estabilidad financiera y evitar las crisis bancarias no dieron los resultados esperados
"Se puede argumentar que el paradigma de la visión del mercado motivó a los bancos latinoamericanos a comportarse de manera imprudente", afirma Santana. "No les preocupaba aplicar mecanismos efectivos para controlar los riesgos de insolvencia y los marcos normativos y de supervisión no fueron efectivos".
Buen gobierno para el crecimiento
La investigación de Santana demuestra que América Latina nunca se ha recuperado por completo de las crisis bancarias pasadas, una situación que afecta al desarrollo financiero y restringe su efecto positivo en el crecimiento económico. Las reformas políticas para abrir el sistema financiero no se centraron en evitar los riesgos de insolvencia y mejorar la eficiencia del sector bancario para fomentar la disciplina de mercado.
"Es más", añade Santana, "confirman que la liberalización financiera efectiva en los países en desarrollo requiere la inclusión de reformas para mejorar la eficiencia de los bancos, la implementación de mecanismos eficaces para eliminar los riesgos de insolvencia y promover buenas prácticas bancarias. Concentrarse en la estabilidad del sector bancario no es suficiente".
Dado el papel relevante que puede desempeñar el desarrollo financiero en la economía, concluye, sería apropiado establecer normativas prudentes de supervisión para promover buenas prácticas bancarias efectivas y reducir vulnerabilidades en el sector bancario.
"Es importante centrar la investigación futura en las disposiciones institucionales relacionadas con los procedimientos de insolvencia, la regulación de la quiebra y la supervisión basada en riesgo. Estas cuestiones de gobernanza bancaria arrojarían luz sobre la relación entre el desarrollo financiero y el crecimiento económico y fomentarían buenas prácticas bancarias e instituciones sólidas, creando un entorno favorable para impulsar el crecimiento económico".
- Compartir en Twitter
- Compartir en Linked in
- Compartir en Facebook
- Compartir en Whatsapp Compartir en Whatsapp
- Compartir en e-Mail
Únase a la comunidad Do Better
Regístrese gratuitamente y reciba nuestras recomendaciones y contenido personalizado.