Viticultura regenerativa para llevar el sector “más allá de la sostenibilidad”

Alfred Vernis
Marcel Planellas
Verónica Devenin

“En algunas zonas donde ahora crecen viñedos, en el futuro no será posible a causa de la sequía o porque las temperaturas más elevadas van a reducir considerablemente la calidad de estas variedades de uvas”. Estas palabras del director de Cambio Climático de la bodega Familia Torres apuntan directamente los retos a que se enfrenta la industria vitivinícola.  

Los intentos de mitigación, como la implementación de las energías renovables, la eficiencia energética y la movilidad sostenible, que contribuyen a reducir las emisiones que provocan el cambio climático, tienen impacto a escala global, pero no necesariamente a escala local.  

La industria vitivinícola, que depende del suelo, de la disponibilidad de agua y del clima (el equilibrio adecuado entre el calor durante el día y el frío durante la noche), requiere estrategias adicionales. 

Una estrategia es abandonar las tierras actuales y buscar otras nuevas que permitan producir vinos de calidad, así como buscar variedades más resilientes, o mejorar genéticamente las uvas. Otra es regenerar los terruños, buscando recuperar la salud del suelo, su capacidad para retener agua y absorber dióxido de carbono.  

Es una estrategia que contribuye a revertir el cambio climático desde el ámbito de actuación local y que incrementa la resiliencia de las tierras. Los profesores Alfred Vernis, Marcel Planellas (Esade Business School) y Verónica Devenin (EADA Business School) han elaborado un caso docente que parte de la estrategia de Familia Torres de viticultura regenerativa como una estrategia que va “más allá de la sostenibilidad”.  

Este caso permite abordar los retos que implican adoptar un enfoque regenerativo, que significa cambiar varias prácticas agrícolas y culturales profundamente arraigadas. Aunque el enfoque regenerativo es una vía prometedora y coherente con el lema empresarial “cuanto más cuidamos la tierra, mejor vino obtenemos”, las incertidumbres enumeradas más arriba activan la discusión sobre la conveniencia de esta estrategia. 

Por otra parte, el caso también pone de relieve los desafíos que representa limitarse a aplicar una estrategia de “hacer el menor daño”, siguiendo las iniciativas de sostenibilidad que dominan en la industria vitivinícola. Este dilema se plantea en un contexto comercial difícil. La pandemia de la COVID-19 ha supuesto una disrupción en los planes de futuro de la empresa. 

La agricultura regenerativa se está convirtiendo en una tendencia relevante. Algunas de las empresas alimentarias que son líderes mundiales se han embarcado en proyectos en esta línea. Es el caso, por ejemplo, de Danone, que ha declarado que “la agricultura regenerativa está en el núcleo de los compromisos de Danone para alcanzar las cero emisiones en 2050”. Y de Unilever, que ha introducido un Código de agricultura regenerativa para todos sus proveedores. 

Además, numerosas multinacionales de otros sectores también se han movido en esta dirección, como Patagonia y Kering en el sector textil. Este caso pretende contribuir a introducir en las escuelas de negocios el debate sobre el enfoque regenerativo, que supone ir más allá de la sostenibilidad. 

Este caso docente se ha publicado dentro de la colección de SEKN, de Harvard Business Publishing, y ha sido distinguido con el Silver Award en el Congreso Anual 2022 de la North American Case Research Association celebrado en Niágara, Canadá. 

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