Europa se une por la democracia, ¿pero qué pasa con los EEUU?
Europa se une por la democracia, ¿pero qué pasa con los EEUU?
Como Naciones Unidas apunta, el Día Internacional de la Democracia - 15 de Septiembre – “brinda una oportunidad para revisar el estado de la democracia en el mundo”.
“La democracia es tanto un proceso como una meta”, dice la ONU. Pero para algunos países, es un proceso que parece alejarse cada vez más de sus objetivos, en lugar de acercarse a ellos.
EEUU, la democracia más antigua del mundo, continúa tambaleándose a raíz de la presidencia de Trump. La conversación en los medios que gira en torno al panel de expertos que examina los disturbios del Capitolio, a las investigaciones en curso del FBI sobre los asuntos del ex presidente y a la investigación penal que realiza el Departamento de Justicia, está salpicada de términos como “traición” y “espionaje”.
Países democráticos: “arregla tu país primero”
En Enero de 2022, Juan Luís Manfredi, director académico del Observatorio para la Transformación del Sector Público de Esade, esbozó los retos para recomponer la democracia en EEUU.
En un ensayo que apareció originalmente en el medio online The Conversation, Manfredi remarcó: “A la luz de aquellos acontecimientos (el asalto al Capitolio), conviene reflexionar sobre el futuro de las democracias en el orden liberal. Antes que señalar las amenazas procedentes de los regímenes autoritarios o iliberales, los países democráticos deben examinar sus debilidades internas.”
“Las democracias contemporáneas necesitan una revisión de las claves institucionales, las normas y la cultura política,” apuntó. “Sin la resolución de los problemas internos, difícilmente podrá afrontarse una agenda de transformación para los retos de la globalización actual donde, ahí sí, las democracias tienen depredadores al acecho”.
Menos de seis meses después, el escenario que dibujaba Manfredi se hizo realidad. En Junio, la Corte Suprema de EEUU - con tres de sus nueve jueces designados por Trump – derogaron el derecho constitucional al aborto que se había establecido en la histórica decisión Roe vs Wade de 1973. Desde entonces, doce Estados han prohibido el aborto y dos estados más lo han prohibido a partir de la sexta semana de embarazo – leyes que no solo eliminan el derecho a decidir sobre su propio cuerpo de la mitad de la población sino que, además, ponen en riesgo la vida de mujeres y bebés-.
¿Se avecina algo peor?
En un discurso realizado a principios de este mes, el presidente actual Joe Biden avisó de que podrían venir cosas peores. Hay oponentes políticos, dijo, que “prosperan en el caos”, abrazan “un extremismo que amenaza los fundamentos de nuestra república” y “están determinados a llevar a este país hacia atrás... a una América donde no hay derecho a elegir, ni derecho a la privacidad, ni derecho a la anticoncepción, ni a casarte con quien amas”.
Los medios de comunicación de la derecha estadounidense han sido acusados de ser cómplices de esta erosión de los derechos: un artículo de opinión del Washington Post calificó al medio Fox News – propiedad de Rupert Murdoch – como “un peligro para la democracia”.
“Si no hay consenso sobre lo que es verdadero o falso, la realidad factual se desvanece”, dice Juan Luís Manfredi en su ensayo. “Los hechos alternativos, la post-verdad, las fake news y las cámaras de eco son nuevos nombres para la mentira.
Muchos de los que mienten ocupan cargos públicos, son periodistas o trabajan en la esfera pública. Son profesionales a sueldo de la mentira, un sector en auge.
El riesgo implícito plantea amenazas y objetivos en el plano cognitivo (la difusión de ideas, la erosión institucional, el cuestionamiento de valores pluralistas) y en el juicio actitudinal (prácticas contrarias a las sociedades abiertas, desprecio de las minorías, tendencia a la homogeneización). Este es el camino hacia la dictadura”.
El camino a seguir
En Diciembre de 2020, la Comisión Europea presentó su Plan de Acción para la Democracia Europea, con la siguiente promesa de la presidenta Ursula von der Leyen: “Hay que distinguir los hechos de la ficción, y los medios de comunicación libres y la sociedad civil han de poder participar en un debate abierto, libre de injerencias maliciosas”.
El plan propone medidas para promover elecciones libres y justas, fortalecer la libertad de los medios de comunicación y para evitar la desinformación. También propone legislación para una mayor transparencia en el contenido político patrocinado (publicidad política) y su distribución, recomienda medidas para abordar la seguridad y protección de los periodistas frente a procedimientos judiciales abusivos, y refuerza los requisitos de supervisión de las plataformas online.
“La democracia en la Unión Europea se enfrenta a retos como el auge del extremismo , las injerencias en las elecciones, la difusión de información destinada a manipular y las amenazas a periodistas”, destaca dicho plan.
“Los ciudadanos deberían poder realizar su elección electoral en un espacio público donde se puedan expresar libremente diferentes puntos de vista. Los medios de comunicación libres, los centros académicos y la sociedad civil deberían poder ejercer su rol como agentes motores de un debate abierto, sin injerencias maliciosas, ya sean externas o internas.”
En un discurso ofrecido en la Conferencia Anual de Embajadores de la UE celebrada en Diciembre de 2021, von der Leyen confirmó su compromiso para priorizar la democracia, declarándola “La herramienta diplomática más poderosa de Europa”.
“Es esencial para nuestra seguridad, para la estabilidad de nuestra región y para el bienestar de nuestras sociedades”, apuntó.
Pero mientras Europa se une para defender los derechos, el presidente estadounidense Joe Biden se hace eco del pesimismo de Manfredi.
“Mientras estoy aquí esta noche, la igualdad y la democracia están siendo atacadas”, advierte. “No nos hacemos ningún favor si fingimos lo contrario”.