La transferencia tecnológica, una puerta para la innovación
Muchas veces buscamos la innovación fuera de nuestras fronteras. Ideas revolucionarias que permitan hacer crecer o transformar nuestro negocio. A menudo observamos qué hace nuestra competencia o cómo evoluciona el mercado sin entender que la innovación –la verdadera solución a nuestro problema de negocio–, puede que ya exista en algún paper o como prototipo en alguna universidad o centro de investigación español.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2017 había en España 157.815 personas dedicadas a actividades de investigación científica y desarrollo tecnológico. ¿Se imagina una empresa con más de 150.000 personas en su equipo de I+D?
Este es el potencial que ofrece el concepto de transferencia de tecnología, entendida como la capacidad de llevar al mercado los hallazgos científicos y tecnológicos. Por ello, hoy en día, es necesario que este concepto aparezca en la agenda de todos los directores de innovación y lo identifiquen como una de las principales oportunidades de innovar en sus negocios.
Una abundante producción científica que no llega al mercado
España ratifica la ya conocida paradoja europea: Europa es líder en producción científica, pero tiene muchas dificultades para transformar este conocimiento en innovación industrial. Veamos algunos datos.
Si tomamos el número de publicaciones científicas como unidad de medida, España produce el 2,44 % de las publicaciones científicas de todo el mundo, ocupando la posición 12ª del ranking mundial, con 96.517 publicaciones en 2018, según Scopus (Elsevier).
Sin embargo, esta prolífica producción científica no se ve reflejada en la inversión en I+D. Según los últimos datos disponibles, la inversión en I+D en España ascendía a 14.063,4 millones de euros en 2017. Esta cifra, aunque representa un incremento del 6 % con respecto al año anterior, no ha conseguido igualar el dato registrado en 2008, cuando alcanzó los 14.701,3 millones de euros.
Esta tímida recuperación se refleja también en el caso de la transferencia tecnológica. Los últimos datos del informe La investigación y la transferencia de conocimiento en las universidades españolas, elaborado por CRUE, revelan que el volumen económico que percibió la universidad en 2017 por la I+D contratada fue de 393 millones de euros, un 8,8 % más que el año anterior, pero a 84 millones de distancia de 2010.
Casos de éxito de la transferencia tecnológica
En este contexto, caracterizado por un fuerte tejido de investigación científica contrapuesto a un mercado con escasa innovación, la transferencia tecnológica se presenta como una clara oportunidad. En Barcelona tenemos una iniciativa pionera, denominada The Collider, impulsada desde Mobile World Capital Barcelona. The Collider conecta el conocimiento científico con el talento emprendedor con el fin de crear start-ups tecnológicas altamente innovadoras en sectores como la salud digital (digital health), la industria 4.0 y la movilidad.
Un ejemplo de éxito de esta iniciativa es SAALG Geomechanics. Esta start-up, que se unió a The Collider en 2017, ha desarrollado un software llamado Daarwin, que, mediante mediciones geotécnicas e inteligencia artificial, permite reducir hasta un 50 % los costes de obra pública. SAALG Geomechanics ha logrado despertar el interés de CEMEX Ventures. Esto ha permitido a la start-up lanzar la primera versión comercial de su software y Ferrovial, Acciona, DB y OHL ya forman parte de su cartera de clientes.
Otro ejemplo destacable es RheoDx, que está desarrollando un dispositivo de diagnóstico portátil que permite detectar, de forma inmediata y económica, las anomalías de las células sanguíneas con una sola gota de sangre.
La tecnología, patentada en 2016, se desarrolló en el Centre de Recerca Matemàtica (CRM), de la Universidad Autónoma de Barcelona, y en la Facultad de Física de la Universidad de Barcelona. RheoDx tiene previsto iniciar la comercialización de su dispositivo transportable en 2021. En 2019, la start-up ha recibido el apoyo económico de la plataforma de crowdfunding Capital Cell, de Enisa y de Statup Capital, y ha captado un total de 600.000 euros de financiación.
Ambos casos son un reflejo de cómo unos proyectos de investigación acaban convirtiéndose en una solución que responde a las necesidades del mercado. Por este motivo, The Collider ha suscitado un gran interés tanto en el sector público como en el privado, que han visto su gran potencial y su enorme capacidad de innovación.
Muestra de ello es que el Departamento de Empresa y Conocimiento de la Generalitat de Cataluña ha invertido 240.000 euros en esta iniciativa, que permitirá que The Collider pase de 10 a 15 grupos de trabajo en su próxima edición 2019-2020 e incrementar su impacto por toda Cataluña. Esta labor se llevará a cabo ofreciendo formación avanzada en las unidades de innovación y de transferencia tecnológica de los centros universitarios catalanes para potenciar las habilidades emprendedoras del ecosistema científico y facilitar la creación de spin-offs.
En esta tercera edición, The Collider cuenta también con el apoyo de grandes corporaciones como Novartis, que se involucrará en la selección de proyectos, tecnologías y emprendedores, y colaborará en la validación de tecnologías. Su entrada en el programa permitirá reforzar la apuesta de The Collider por el sector de la salud digital.
Retos de la transferencia tecnológica en España
En primer lugar, el contexto macro no ayuda a potenciar la transferencia tecnológica en España. La situación económica no acaba de recuperarse y ello se traduce en que el gasto de la partida de I+D con respecto al producto interior bruto avanza muy lentamente, ensanchando la distancia con el resto de países europeos. Y la situación política cambiante, con legislaturas cortas, no permite implementar medidas transversales con políticas de innovación e investigación estables y continuadas en el tiempo.
A ello se suma la desconfianza, que impide que empresas, universidades y centros de investigación estrechen lazos. En este sentido, tenemos que ser capaces de que las universidades y los centros de investigación hablen el mismo idioma que las empresas, los inversores y la Administración pública y conseguir que su colaboración sea una realidad.
La transferencia tecnológica se presenta como una clara oportunidad para la innovación
Por otro lado, el papel del capital privado también es relevante, y más teniendo en cuenta que el riesgo de inversión en proyectos que todavía están en fases de investigación no es menor. Por este motivo, diseñar políticas y una estrategia de incentivos que permita crear un ambiente propicio para estas inversiones puede ser fundamental para impulsar la transferencia tecnológica en España.
Un deber que no podemos obviar
La transferencia tecnológica se presenta, pues, como una oportunidad de innovación de una valía incalculable. Seguir una estrategia de transferencia de tecnología es apostar por un valor local, prestigioso y de alta calidad. Por este motivo, aprovechar todo el talento científico de España debería ser una obligación para todos los que formamos parte del ecosistema de la innovación.
Si conseguimos que esto suceda y que la investigación científica se transforme en soluciones reales para el mercado, con sus correspondientes beneficios, seremos capaces de retroalimentar económicamente las universidades y los centros de investigación, que a su vez crearán más innovación. De este modo, la partida de I+D en España crecerá exponencialmente y podremos crear un mercado realmente innovador. Hoy estamos ante una oportunidad única que no podemos dejar escapar.
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