

La carrera profesional tradicional ha muerto: larga vida a otras opciones
Artículo basado en una investigación de Laura Cortellazo, Sara Bonesso, Fabrizio Gerly & Joan M. Batista-Foguet
El modelo tradicional de una carrera profesional basada en una trayectoria estable, desarrollada en una misma organización, está sometido a presión. Entre los factores que están haciendo tambalear la carrera profesional clásica destacan, en los últimos años, la inestabilidad económica, la cultura de las start-ups y el modo en que se financian los negocios.
También ha influido el impacto de algunas tendencias, como la economía colaborativa y el trabajo en remoto, gracias a los avances tecnológicos, que han ampliado el ámbito geográfico tanto para quienes buscan empleo como para quienes contratan trabajadores.
Cada vez son más las personas de todas las generaciones que optan por diseñarse una vida laboral más satisfactoria, más gratificante y más estimulante, incorporando positivamente esta nueva flexibilidad. Además, la experiencia que estas personas adquieren con ello les ayuda a desarrollar competencias cada vez más valoradas.
Una nueva investigación publicada en el Journal of Vocational Behaviour analiza las características y los valores personales de quienes adoptan una "orientación profesional proteica" (protean career orientation, PCO, por sus siglas en inglés). Se trata de una actitud que, según los autores, se caracteriza por tener un fuerte sentimiento de identidad y valores personales que guían a las personas en sus decisiones profesionales.
La investigación revela que los perfiles con PCO son más proclives a asumir la responsabilidad de su futuro profesional
Para investigar el impacto de esta actitud, Joan M. Batista-Foguet, profesor de Esade, junto con sus coautores Laura Cortellazzo, Sara Bonesso y Fabrizio Gerli, de la Universidad de Venecia, hicieron seguimiento de una promoción de graduados italianos durante su incorporación en el mercado laboral. En concreto, analizaron cómo estas tendencias influyen en las trayectorias de estas personas, a través de su vida y de su actividad laboral.
Los autores evaluaron en qué grado estos graduados presentaban ciertas tendencias a la PCO con relación a una serie de aspectos. Comparando los resultados obtenidos con las actividades iniciales de su carrera, lograron descubrir conexiones positivas.
Redefinir el éxito en la carrera profesional: los emprendedores empleados
La investigación revela que los perfiles con PCO son más proclives a asumir la responsabilidad de su futuro profesional. Tienden a tomar decisiones basadas en valores que reflejan su búsqueda personal de sentido y autorrealización. Estas personas no ven a sus jefes o a sus supervisores directos como una fuente paternalista de desarrollo profesional, de progreso en la carrera o de incremento regular del salario.
Cada vez son más las personas que, como respuesta a condiciones de empleo volátiles e impredecibles, optan por diseñar su propia trayectoria a través de la creación de valor. Son personas que están dispuestas a salir de la organización donde trabajan, si consideran que esta es la mejor opción.

Esta tendencia se ha venido desarrollando desde los años setenta, pero ahora, la proliferación de las tecnologías de la comunicación y la colaboración, junto con los altibajos económicos y las crisis financieras de las últimas décadas, probablemente han jugado un papel importante en la expansión de esta mentalidad del "emprendedor empleado". Otros factores que lo han facilitado pueden ser la erosión de la sindicación tradicional y de las leyes de protección del empleo en muchos ámbitos.
Los investigadores aclaran que para tener éxito en la adopción de la PCO es preciso exhibir un buen nivel de autoconocimiento y de adaptabilidad. Es necesario que la persona trace una estructura y una dirección para su carrera profesional, aun cuando esta dirección esté lejos de ser una línea recta: puede incluir cambios radicales de orientación, actividades de reciclaje y el compromiso con la formación continua para alcanzar el "éxito", independientemente de cómo pueda medirse y definirse este éxito a título individual.
Los empleadores deben encontrar nuevas formas para atraer y motivar a los trabajadores que no se mueven solo por dinero
Establecer un vínculo entre el desarrollo profesional y el crecimiento personal permite a las personas encontrar carreras gratificantes, guiadas por valores, en cualquier ámbito laboral, o incluso desempeñando varios roles al mismo tiempo.
Aprender, crecer y prosperar siempre
Se trata de un perfil muy distinto del modelo tradicional del arribista con grandes aspiraciones. Adoptar una PCO significa ser personalmente resiliente y, en general, optimista: eso es, tener la mentalidad de crecer. Saber afrontar los retos con una actitud positiva y ver los fracasos como aprendizajes para el futuro son aspectos esenciales, sobre todo cuando no se tiene un trabajo asegurado de por vida, ni un jefe incompetente a quien echar las culpas de todo.
Como era de esperar, los investigadores hallaron una fuerte correlación entre las cualidades personales de los perfiles con PCO y aquellos aspectos que hacen que un determinado perfil sea un gran fichaje para muchos puestos: tenacidad, visión orientada a resultados –más que estar pendiente del reloj–, así como la capacidad de fijarse objetivos y alcanzarlos. Todos estos atributos, evidentemente, son importantes en el mercado de trabajo.
Cambios de poder en la contratación
El estudio también muestra que los estudiantes que adoptan una "orientación profesional proteica" tienen más posibilidades de ser percibidos como más empleables y, en consecuencia, ser también más empleables en el mercado laboral.
A medida que el mundo se acerca a un nuevo punto de inflexión en el campo de la innovación y el éxito empresarial, y crece la incertidumbre hacia el modelo de carrera tradicional, las competencias de las personas con PCO se convertirán en una ventaja competitiva para ocupar la demanda creciente de perfiles más flexibles.
Esta nueva realidad podría llegar a modificar incluso el equilibrio de poder en la contratación y la retención, especialmente en un mundo que ha demostrado que trabajar a distancia no supone ningún obstáculo para la mayoría de los trabajadores del ámbito del conocimiento.
Las competencias de las personas con PCO se convertirán en una ventaja competitiva para ocupar la demanda creciente de perfiles más flexibles
Las empresas que quieran captar a los perfiles más valiosos deberán encontrar nuevas formas para atraer y motivar a aquellos trabajadores que no se mueven solo por dinero, por estatus o por las promesas de una seguridad laboral a largo plazo.
Estas nuevas formas podrían poner más énfasis en ayudar a alcanzar objetivos y metas individuales, o explicitar más las intenciones de la cultura de la empresa, con el fin de atraer a los mejores perfiles, de modo que sientan que encajan bien en la organización. Planteamientos de este tipo ya se dan en entornos de escasez de recursos, como es el campo especializado del desarrollo de software. En estas áreas, las ofertas de contratación ya procuran hacer referencia al clima laboral, a los beneficios y a recompensas intrínsecas como características propias del equipo de trabajo, algo que resultará cada vez más difícil de lograr en un futuro empresarial de trabajo prioritariamente en remoto. ¿Qué harán las empresas cuando ya no puedan ofrecer a los candidatos pufs o neveras llenas de cervezas para mostrar lo divertido y agradable que es el lugar de trabajo que ofrecen?
El rol de los mentores y los formadores
Los resultados de la investigación, que ha sido financiada en parte por ERASMUS, ofrecen pautas para asesores y mentores del ámbito laboral que quieran empoderar y apoyar a los jóvenes que se incorporen a un mercado cada vez más cambiante. Los futuros trabajadores tendrán mejores perspectivas laborales si se dejan guiar por directrices que no estén basadas en el modelo obsoleto de carrera lineal para toda la vida, sino que inviten a desarrollar una mentalidad flexible, resiliente, creativa y orientada al crecimiento. Una actitud clave en tiempos inciertos, donde sea que les lleve su trayectoria profesional no lineal.
Este estudio ha merecido los elogios de Cary Cherniss, presidente del CREIO y de Richard Boyatzis, profesor visitante de Esade y unos de los más destacados expertos mundiales en desarrollo del liderazgo e inteligencia emocional. El profesor Boyatzis fue decisivo estableciendo colaboraciones académicas con el profesor Batista-Foguet a través de la Universidad Ca' Foscari de Venecia, que dieron como resultado el doctorado codirigido por Esade y Ca' Foscari de Laura Cortellazzo, una de las autoras de esta investigación.
Artículo de investigación original: Cortellazzo L, Bonesso S, Gerli F & JM Batista-Foguet. Protean career orientation: Behavioural antecedents and employability outcomes, Journal of Vocational Behaviour (2020)
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