¿Se beneficiarán los pacientes de la revolución tecnológica sanitaria?

La innovación tecnológica está transformando el sector de la salud, pero ¿cómo afectará a los pacientes dados los recursos limitados y el constante aumento de costes?

Equipo Do Better

"Todas las personas tienen derecho al más alto nivel posible de salud física y mental". Si se toma al pie de la letra, esta declaración rotunda de la Organización Mundial de la Salud (OMS) no se presta a equívocos. 

Sin embargo, el avance cada vez más rápido de la tecnología que revoluciona el sector sanitario hace que su significado adquiera un nuevo matiz. Dejando de lado por un momento el impacto de la innovación tecnológica, solo hace falta fijarse en Estados Unidos para darse cuenta de que el "más alto nivel posible de salud física y mental" significa algo muy distinto para una persona que cuenta con un seguro médico completo y para otra que no dispone de los recursos económicos para adquirir un tratamiento de antibióticos. 

Lo que se considera “el más alto nivel posible de salud” sigue variando considerablemente en función del país

Si ampliamos esta teoría a escala mundial, lo que se considera "el más alto nivel posible de salud física y mental" sigue variando considerablemente en función del país. La encuesta mundial de la OMS sobre cobertura sanitaria universal (CSU) y cáncer muestra que solo el 39% de los países participantes cubrían los aspectos básicos del manejo del cáncer como parte de sus servicios de salud básicos financiados para todos los ciudadanos. En el Reino Unido, que antes se consideraba un ejemplo en prestación sanitaria gratuita, el número de personas a la espera de recibir tratamiento de salud mental ascendía, en el año 2023, a 1,2 millones de personas

En esta yuxtaposición de progreso científico y desigualdad sistémica, ¿de qué forma supondrá la innovación tecnológica una revolución del sector sanitario? ¿Y se traducirá dicha revolución en una equiparación de los estándares de salud? 

Falta de recursos

Manel Peiró es director del Institute for Healthcare Management de Esade. En julio de 2023, durante su intervención en el 29º Encuentro Anual del Sector de Tecnología Sanitaria celebrado en Madrid, puso de relieve el paradigma al que se enfrenta la sanidad. 

"Desde hace unos años el sector sanitario afronta unos grandes retos: la demanda creciente de servicios sanitarios y la insuficiencia de recursos aportados por las administraciones", afirmó Peiró en el encuentro. 

Y, aunque la tecnología abre un amplio abanico de posibilidades que han mejorado la disponibilidad y la calidad de la asistencia sanitaria, esto no soluciona la falta de recursos, que se traduce en la creciente escasez de profesionales sanitarios en todo el mundo

Ningún grado de tecnología a distancia podrá suplir la falta de profesionales formados

"Necesitamos algo más que tecnología para paliar la gran escasez de profesionales tanto en medicina como en enfermería", advierte Peiró.  

"Los equipos médicos podrán trabajar de forma virtual para coordinar en línea el ingreso, el alta y la medicación con sus pacientes, y reducir así drásticamente el impacto logístico del tratamiento. Pero ningún grado de tecnología a distancia podrá suplir la falta de profesionales formados", afirma. 

"En algún momento, las personas necesitan que les atiendan presencialmente. Hablar por Teams o hacer un Zoom puede resultar útil, pero no es lo mismo que estar presente". 

Costes vs. beneficios

Conforme la tecnología sanitaria y los desarrollos científicos se especializan, sus costes aumentan exponencialmente. La pandemia de Covid-19 aceleró el uso de la digitalización en el ámbito de la sanidad e hizo posible que cada vez se usen más las plataformas en línea para realizar la consulta. Pero en el otro extremo del espectro de la tecnología sanitaria están los avances o desarrollos que están transformando lo básico del tratamiento y el diagnóstico.  

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Según Xavier Ferràs, decano asociado del Executive MBA de Esade, las tecnologías facilitadoras como la SynBio (una combinación extremadamente especializada de biología, genética, programación e ingeniería) llevan transformando la medicina desde principios de los años ochenta. 

Mientras tanto, sus aplicaciones se han ido ampliando cada vez más a medida que la tecnología ha madurado, como ha sucedido con la síntesis de nuevos fármacos y terapias

Conviene sopesar las distintas opciones

En el caso de los hospitales, el problema del rápido avance de la tecnología no se limita al coste que supone su adopción. También se trata de que los contratos de aprovisionamiento con los servicios de salud pueden durar muchos años, lo que hace que acaben con equipos anticuados y les impide adoptar nuevas tecnologías. 

Omar Rachedi, profesor del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade, argumenta que esto puede "lastrar considerablemente" el sector de la tecnología sanitaria. 

"Con un enfoque adecuado, indexar los contratos públicos a los cambios en el precio de las materias primas podría ofrecer un marco más estable y predecible para las empresas de tecnología sanitaria, reduciría la incertidumbre y promovería el crecimiento sostenible en el sector", indica Rachedi. 

Conforme la tecnología sanitaria y los desarrollos científicos se especializan, sus costes aumentan exponencialmente

Sin embargo, ¿permitiría una solución de este tipo a los pequeños hospitales locales prestar una atención personal extremadamente especializada y disponer de equipos caros de altísima tecnología? 

"No existe una respuesta clara", reconoce Manel Peiró. "Es posible que los grandes hospitales universitarios deban contar con todas las especialidades, pero para los que cuenten con un nivel de complejidad inferior no será necesario, no todos pueden tener de todo. Y aquí está el obstáculo: falta coordinación entre la medicina primaria y la especializada, y si no se conocen entre ellos es más difícil que trabajen juntos". 

¿Hospitales sin paredes?

La respuesta a esto es, según Deloitte, "un hospital sin paredes". La consultora predice que muchos procedimientos se alejarán del entorno hospitalario, que puede quedar reducido a tratar cuidados y procedimientos de mayor gravedad mediante una tecnología sanitaria cada vez más sofisticada. 

¿Permitirá esto que todas las personas accedan al más alto nivel posible de salud física y mental? ¿O simplemente reforzará el hecho de que, para algunas personas, los niveles son mucho más altos que para otras

"Con esta transformación del hospital, el trabajo de coordinación será más clave que nunca", observa Peiró. "Alguien tiene que organizar toda esta actividad de centros más pequeños y especializados, algo que tendría que hacer la atención primaria, que cuenta con mucho margen de mejora". 

Según el exministro de Sanidad de España, José Manuel Miñones, estas mejoras ya están tomando forma.  

"La tecnología sanitaria es un pilar fundamental, por lo que hay que trabajar en la incorporación eficiente de productos de tecnología sanitaria al sistema", dijo a los participantes en el Encuentro Anual de Tecnología Sanitaria celebrado en 2023 en Esade. 

Al describir algunos proyectos en marcha, como el Plan INVEAT, la Estrategia de Digitalización del SNS y la implementación de la Cartera de Genómica, Miñones concluyó que "con estas iniciativas [el Gobierno español] apuesta por la inversión en tecnologías sanitarias y estos proyectos permitirán aprovechar todo su potencial". 

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