Cómo imaginar el futuro de la gobernanza global
Los investigadores de Esade han desarrollado una serie de escenarios mundiales que pueden ayudar a configurar la gobernanza global y a minimizar el impacto negativo de la constante inestabilidad.
Los escenarios diseñados por un equipo de investigación ofrecen nuevas visiones detalladas de una gran variedad de futuros posibles, con el fin de ayudar a los responsables políticos y a los analistas a adaptarse más eficientemente a los acontecimientos del mundo real a medida que se vayan desplegando.
Angel Saz-Carranza, Enrique Rueda-Sabater, Marie Vandendriessche y Carlota Moreno de Esade, junto con Jacint Jordana del Institut Barcelona d'Estudis Internacionals, han llevado a cabo un análisis riguroso de distintos escenarios posibles en el mundo en 2035.
Su investigación, que describe en detalle la revista Global Policy, ayudará a los responsables políticos a entender el impacto de estos posibles escenarios y a desarrollar unas políticas más flexibles y anticipatorias.
Preparando el terreno
Suponer que la gobernanza global futura seguirá los patrones del pasado aporta poco valor estratégico en el actual contexto sociopolítico, tan volátil. Pensar en escenarios, desarrollando y analizando diversas posibilidades, es una práctica infrautilizada en la gobernanza global que puede proporcionar una información muy valiosa y ayudarnos a orientar la planificación estratégica.
Adoptando este enfoque, el equipo investigador ha desarrollado una serie diversa de escenarios que incluye cuatro posibilidades para el mundo en 2035. Concretamente, cuatro escenarios para la gobernanza global y una serie de posibilidades en las áreas del comercio, la seguridad, el cambio climático y las finanzas.
La dinámica sociopolítica actual apunta a un futuro de regresión de la gobernanza global
Cada escenario se centra en los factores medioambientales y contextuales, así como en las dinámicas de cambio que probablemente van a impactar significativamente en los Estados, los gobiernos locales, las organizaciones intergubernamentales y los actores no estatales.
La investigación forma parte de un corpus de trabajo más amplio, coordinado por el profesor Jordana en el marco del proyecto de investigación GLOBE: Gobernanza global y la Unión Europea: Tendencias y escenarios futuros, financiado por el programa Horizon 2020 de la UE y desarrollado en colaboración con políticos y expertos.
Futuros inciertos
Algunos aspectos del futuro pueden predecirse con un cierto grado de certeza: el 90% de los ciudadanos que tendrá el mundo en 2035 ya han nacido, lo cual ofrece unas estructuras demográficas previsibles; la digitalización presumiblemente seguirá evolucionando, y las temperaturas de la superficie terrestre continuarán aumentando a medida que se vayan consolidando los efectos del cambio climático a largo plazo.
Sin embargo, cada una de estas premisas contempla una serie de incertidumbres. ¿En qué medida la inmigración incidirá en la demografía de los distintos Estados? ¿Cómo transformará las empresas y la sociedad el desarrollo acelerado de las tecnologías digitales? ¿Responderán los gobiernos al desafío del cambio climático o bien la acción climática se reducirá en las próximas décadas?
Utilizando las tres premisas descritas más arriba, los investigadores identificaron una docena de incertidumbres relacionadas en torno a los cuatro ejes relevantes para la gobernanza global: internacional, nacional, corporativo y social. Se seleccionaron distintos resultados para cada incertidumbre y se trazaron posibles relaciones de causa-efecto.
El equipo redactor de los escenarios eliminó los que no eran plausibles y desarrolló las simulaciones finales de la gobernanza global utilizando las palabras clave que había estipulado la entidad financiadora de la investigación: regresiva, inconexa, progresiva y transformadora.
El mundo en 2035
El resultado fueron cuatro posibles variaciones del mundo en 2035, cada una de ellas con su correspondiente escenario de gobernanza global:
- A la deriva: un mundo bipolar, dividido en dos esferas de influencia, con múltiples tensiones y una gobernanza global regresiva, fragmentada y muy informal.
- Cambiante: una inestabilidad generalizada y conflictos entre el Norte y el Sur que se traducen en una gobernanza global inconexa y alianzas cambiantes, basadas en los intereses de los Estados a corto plazo.
- En aumento: unos mercados que adquieren una gran envergadura en un mundo caracterizado por una gobernanza global creciente, unas relaciones intergubernamentales relativamente fluidas y un retorno al multilateralismo y a la cooperación en muchos ámbitos políticos.
- Fluyente: un mundo multipolar de fuerte gobernanza regional con una arquitectura transformadora de la gobernanza global y una relevancia creciente de los actores y de las autoridades no estatales.
Estos escenarios globales se utilizaron después como base para una investigación más a fondo en cuatro ámbitos –comercio, seguridad, cambio climático y finanzas–, que dieron como resultado 16 futuros potenciales.
Gobernanza global del comercio
Estos escenarios se basan en el rol futuro de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Dependen del compromiso de los Estados por defender la OMC como el principal organismo regulador del comercio mundial, de su disponibilidad a reformar la institución y de si va a prevalecer el proteccionismo o el libre comercio.
Gobernanza global de la seguridad
Estos escenarios se refieren al papel futuro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) y dependen de eventuales reformas para reequilibrar las relaciones de poder dentro de la organización. Un aspecto importante será ver con qué frecuencia los miembros del CSNU recurren a su poder de veto para bloquear propuestas en el ámbito de la seguridad internacional.
Gobernanza global del clima
Estos escenarios se centran en el futuro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el compromiso de sus miembros con el Acuerdo de París. Los escenarios reflexionan sobre el éxito dispar del mecanismo de trinquete (que cada compromiso Estatal para la reducción de emisiones sea más ambicioso que el anterior) y sobre la posible inclusión de actores no estatales (ANE) y organizaciones de la sociedad civil (OSC) en la organización.
Gobernanza global de las finanzas
El último grupo de escenarios gira en torno al papel futuro del Consejo de Estabilidad Financiera (CEF), el organismo internacional responsable de supervisar y formular recomendaciones sobre el sistema financiero global. Un aspecto clave de estos escenarios es hasta qué punto se reformará el FSB para que resulte más inclusivo, y si actuará como coordinador central de las distintas regiones y áreas funcionales.
Capacidad de construcción
Desarrollando escenarios de posibles contextos globales, el equipo investigador proporciona a los responsables políticos nacionales e internacionales herramientas para ayudarles a diseñar estrategias para un futuro incierto. A medida que este futuro empieza a tomar forma y se va desplegando la realidad, puede hacerse un seguimiento de su capacidad, analizar sus indicadores, prever la dirección de los cambios y preparar formas alternativas de gobernanza.
Los indicadores proporcionados para cada escenario —como el rol de la Organización Mundial del Comercio o la relación entre los Estados Unidos y China— permiten a los Estados y a las organizaciones prepararse y ajustar sus políticas para minimizar los posibles resultados negativos en caso de que se den aquellas circunstancias.
Para los líderes empresariales y para las organizaciones no lucrativas, estos escenarios proporcionan una información valiosa sobre el impacto potencial de las formas alternativas de gobernanza global en su sector. Este conocimiento puede utilizarse para diseñar la estrategia y la preparación de la ayuda.
A partir de los escenarios que han desarrollado, los investigadores señalan que la dinámica sociopolítica actual apunta a un futuro caracterizado por una gobernanza global regresiva. Sin embargo, reconocen que los diseños de escenarios están limitados por los factores que toman en consideración y por el sesgo potencial de los estrategas al utilizarlos.
Las futuras investigaciones podrían analizar las contingencias de que se sirven los responsables políticos a la hora de decidir qué escenarios utilizar en su planificación y si se estos comportan de forma distinta a los actores empresariales y no estatales a la hora de utilizar estas herramientas, concluyen los investigadores.
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